Morgue de los artistas
Dibujante
Y pronto descubro que mi malestar
está lleno por la ausencia o exceso de trabajo, parece que no estoy conforme
con nada de lo que hago, quizás sea un mal recuerdo o un muy mal sabor de boca
luego de haber dejado el arte, o quizás por el recibir el cadáver de
mi amiga en los últimos días, tal vez también fue por el cigarro que volvió a
afectar a mis cuerdas vocales y garganta. Realmente no lo sé.
Llamaron a mi puerta, nuevamente era
Joe, trajo un nuevo cuerpo. ¿Nuevamente fumaste? – preguntó, asentí con
la cabeza. Solamente vi su cara de desilusión, ¿y cómo no?, llevaba más de diez
años sin fumar.
Cerré todo y comencé a prepararme
para la nueva autopsia. Abrí la bolsa y, para mi desagradable sorpresa, otra
amistad del bachillerato, otro artista muerto. Lo reconocí por su exuberante
maquillaje blanco y negro, sus características uñas pintadas de negro y el pelo
más cuidado y largo en un varón como jamás pude haberme imaginado. Sí pudo
conservar su hermoso pelo.
Recuerdo que a él lo conocí por algo
del canto, algo completamente alejado de ambos pues él siempre fue de dibujo.
Sus dibujos siempre me sorprendieron al ser tan realistas y minuciosidad, sus
trazos y grado de detalle eran tales que nunca podría comprender a fondo el
cómo solía hacer su arte. Quisiera saber la motivante real del porqué eligió
biología por encima de dibujo o una cosa similar, aunque de las últimas veces
que lo vi estaba bastante feliz en su carrera.
Con el dolor de mi ser, comencé a
desmaquillarle. Sentí que le quité el sentido de su identidad. Al ver
nuevamente su rostro, tenía daños por tantos años de maquillarse
indiscriminadamente. En los párpados tenía bastante deterioro, quizás he de ahí
la ceguera que presentó.
Abrí y sus órganos estaban bien, no
tenía ningún daño salvo por los años quienes pasarán por todos nosotros, el
incesante tiempo al que ninguno perdonará nunca. He querido detenerlo en las
múltiples bohemias con amistades, lastimosamente no lo he conseguido. Su piel
continuaba reseca y dañada por el sol. Lo único a destacar eran las grandes
cantidades de manchas negras en sus pulmones, quizás tantos años de la
utilización de carboncillo al emplear las técnicas de dibujo.
Siempre tuvimos proyectos juntos,
tristemente no se realizaron ya que por mi tonta necedad de no poder seguir
escribiendo dejé pasar muchas oportunidades. Espero que tú no lo hubieras
dejado, mi querido amigo – comenté por lo bajo, aunque creo que sí se
alcanzó a grabar.
Hice la nota y apagué la grabadora, procedí
a guardarlo, sinceramente no supe cómo vivió luego de tantos proyectos que
hizo. Creo que todo el arte que en algún momento dio y regaló, será lo que
siempre quedará en este mundo, a la par de todas las ilustraciones realizadas y
representadas en tantos libros. Espero que hayas vivido bien, mi querido amigo.
Descansa en paz.
Salí del sótano y procedí a fumar nuevamente,
solamente que comencé a reflexionar, ¿qué probabilidad existía en que hubiera
examinado a dos amistades de mi pasado?, y lo que me preocupa más, ¿por qué
fueron dos artistas visuales?
Créditos: Doctor Suavecito
El texto se inspiró en nuestro querido amigo y dibujante, Dann: Instagram.com/dann_the_corpse
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