Tiempo
El revuelo en mi corazón y mi alma no me deja en paz. El ruido del autobús no me
molesta; la gente a mi lado pasa desapercibida a mis ojos, y mi mirada se mantiene
fija en la ciudad, pero no estoy percibiendo nada. No puedo enfocarme en otra cosa
más que en lo que pasa en mi mente, en la presión de mi corazón. Me siento
totalmente ahogada, siento que no puedo respirar, quiero gritar. Me siento
presionada por el mundo, por mi familia y, sobre todo, por el tiempo.
"La decisión que marcará el rumbo de tu vida", o así es como la llaman todos, ¿Pero
realmente será así?
Estoy tan cansada en este punto que realmente me pregunto qué me gusta o qué
me hace feliz. Nunca he tenido un proyecto de vida claro, nunca he tenido nada por
lo que luchar; me siento sumamente perdida. No sé qué elegir y siento que el
tiempo se me está acabando.
Y cuando llega la noche, cuando deseo alejarme de mis problemas, cierro los ojos
para conciliar el sueño y este nunca llega. Escucho el martilleo de mi corazón tan
rápido y fuerte que me mantiene alerta; mi mente no para de dar vueltas, viaja al
pasado preguntándose qué hice mal, qué me faltó hacer y cómo debí disfrutar;
arrepintiéndose y anhelando regresar a esos momentos. Luego se adelanta varios
años, a un futuro incierto pero que sin duda le preocupa, a un futuro que quizá
nunca llegue, pero ella está tan asustada. Lágrimas se deslizan a través de mi
rostro, mientras lucho con todas mis fuerzas por no sollozar; nadie debe darse
cuenta de que estoy llorando.
Mi mente no se detiene en el presente. ¿Curioso, verdad?
El presente es lo único existente, lo único que podemos disfrutar, el único en el que
podemos hacer un cambio en nuestra persona. El presente es todo lo que tenemos
y cada segundo es valioso. A las 8:35 de un sábado 13 de abril de 2024, estoy
escribiendo esto, disfrutando del momento que me permite plasmar estas palabras
aquí. ¿Qué seré en 10 años? No lo sé, nadie lo sabe. Por más que intente imaginarlo,
el futuro es tan impredecible; siento que se me escapa de las manos, siento que no
lo puedo atrapar y manipular a mi antojo. Debería dejar de pensar en ello, pero es
tan difícil. El futuro tiene toda mi atención. Quizás me esté ahogando en un vaso de
agua, a perspectiva de muchos. Realmente admiro a todas esas personas que
tienen definido lo que les gusta y luchan por ello a pesar de todas las adversidades.
Soy tan cobarde en comparación con ellas, qué afortunadas son.
Como ya se dieron cuenta, cada párrafo aquí escrito menciona implícitamente el
tiempo.
¿Qué es el tiempo para un ser humano?
Viajamos al futuro cada segundo que pasa; poco a poco nos vamos acercando a un
final inminente, donde todas estas cuestiones, como el valor del dinero, la escuela,
el trabajo, el deseo de “ser alguien en la vida”, dejan de importar. Todas estas
construcciones sociales no son más que invenciones nuestras.
En cierto sentido, si me estoy ahogando en un vaso de agua, estoy sufriendo por
algo que no tiene más sentido en el universo que en la sociedad humana. Cuando
todos los humanos desaparezcan, estas cuestiones ya no existirán más; la
naturaleza pura y sus propiedades son lo único que continuarán después de
nosotros. No va a importar si las personas lloraban porque no sabían qué estudiar,
o lloraban porque su pareja los había dejado. A veces nos quejamos por cosas tan
estúpidas, pero admito qué es difícil cambiar lo que sentimos, qué difícil es saber
que tarde o temprano vamos a morir, y qué difícil es aferrarnos a la vida tratando de
encajar en lo que es correcto o no para la sociedad.
No soy ajena a todo lo que planteo; el tiempo me aterra, saber que mi vida avanza a
un ritmo incontrolable, que no puedo detenerme a tomar un respiro porque el
tiempo no espera. En un abrir y cerrar los ojos nuestra vida pasara. Entonces, ¿por
qué centrarnos en el futuro qué aun no llega? Si puedo concentrarme en lo que vivo
en este momento, en lo que disfruto, en lo que día a día me hace sonreír.
Sé que para todos los que estamos leyendo esto, el proceso de elección de carrera
es una decisión sumamente difícil; sé que muchos están pasando por lo mismo que
yo. Pero les animo a todos, y me animo a mí misma, a tomar una elección sin ser
cobardes, a intentarlo y, si toman la decisión equivocada, a ser igual de valientes
para intentarlo en otra carrera. No temas más por el tiempo; ya sabemos que no se
puede detener. Mejor disfrutemos un día a la vez, seamos felices a diario o al menos
intentémoslo, pero también es válido llorar. Todo lo que pasamos son experiencias
que nos incitan a mejorar día con día. Hagámoslo juntos, vivamos una vida de la
que no podamos arrepentirnos, una vida que llene nuestras expectativas, y que, en
el momento en que nuestro tiempo se acabe, estemos satisfechos con nosotros
mismos.
Cumplan su propósito en la vida; es lo único que nos hará felices.
Créditos:
Comentarios
Publicar un comentario