Mártires. Sexagésimo noveno poema.

Mártires

Mártires dentro del sollozo,
veteranos ante lo peligroso,
quien disfruta de lo gustoso
y atardece en lo doloso.

Antes de llorar, quiero preguntar
¿será acaso la fatalidad
o tan solo nuestra ingenuidad
a alguien que no se puede amar?

Ratos buenos con amistades,
tal vez me falta estar con otras personalidades
mucho menos atroces
y a mi morada no se escuchan voces.

Tengo que aceptar mi soledad,
desconozco si soy importante de verdad,
¿alguien me extrañará cuando me llegue la fatalidad?

Inconforme con repuesta, forjé mi camino,
ni los futuros que predijeron
ni tampoco lo que domino;
ya ignoro lo que tantos me dijeron.

Nadie seguirá mi paso,
sepultaré mi historia,
romperé con mi caso
y la vida notoria.

Ejercí mi soledad,
encomendada más que adquirida;
tengo duda de alguna deidad
y si esta quiere mi partida.

Zumbidos de molestia y dolores de cabeza,
cada día incrementa mi tristeza;
malestares generalizados
y ni una pisca de certeza…


Créditos: Doctor Suavecito

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