Entre nosotras
¡Era la
bruja más famosa y grandiosa que podía existir, ningún poder podía asemejarme! – decía vanagloriándose – Nadie
nunca pudo hacerme frente, hice que cayeran ejércitos y reinos enteros en un pestañar,
prácticamente era la bruja más poderosa en todo el mundo conocible y entre las
estrellas cercanas. – extendiendo los brazos – Lo tenía todo, hasta que –
siendo su sonrisa suplantada por una mueca de reprobación – me enamoré. Cuando me
enamoré de esa emperatriz le di todo mi poder, todo mi saber, dándole la pauta
de atacarme cuando le plazca y así lo hizo. En todas las noches que pasamos
juntas me envenenaba con las bebidas que me daba e intentó matarme en nuestra
última noche. Jamás pude recuperar mis poderes y preferí ocultarme. Decidí esconderme en la cueva en la que ahora
me visitas. – miraba a Kai, una ardilla – Lo que te conté quiero que se
quede entre nosotras, hoy moriré, pero por lo menos alguien sabe mi historia…
Créditos: Doctor Suavecito
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