Veintinueve estrellas
Dos estrellas
En una gran reflexión,
miré cuantiosos puntos en el cielo nocturno,
nunca sabré si fueron
estrellas, planetas o aerolitos, incluso polvo y hielo.
Lágrimas brotaron de mis
ojos, recordando nuestro amor diurno
y alejándome de lo que
disfruto, propiamente por quedarme quieto.
Créditos: Doctor Suavecito
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