Hasta pronto
Este es mi último verso que te escribo,
se va como si fuese mi último respiro,
pero ¿Cómo podría seguir mi vida?
¿Cómo continuaría si únicamente tengo tinta y no mi papiro?
Pienso una, y otra, y otra, y otra vez; me atormento,
con aquellas palabras que no dirigimos,
con las cosas que no vivimos.
Solo me quedo con éste sufrimiento eterno.
Veo que de a poco te alejas con el viento,
desaparezco de tu vida, de tus sueños y tal vez de tu mente.
Para mí fue un honor, fascinación, el haberte conocido,
¡No te digo adiós porque no quiero perderte!
Te digo hasta pronto para poder volver a verte...
Quizás la suerte o destino,
juegos de azar o cosas que no comprendo hayan tenido correlación,
quiero ser algo más que tu amigo, algo más íntimo,
y, piense, algo más de una pasión.
En espera de que nuestros caminos se vuelvan a cruzar,
¡Hoy te deseo suerte por dónde cruces!
No olvides de esta carta que ahora mando, no la vayas a despreciar...
Créditos: Dodanim Ramos y Doctor Suavecito
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