Amistades de oro. Cuadragésimo sexto poema.

Amistades de oro

En los últimos días me he preguntado, ¿quiénes son mis amistades que quiero en mi vida?,
¿cuáles son las que debo cuidar?, ¿de cuáles me debo de alejar?,
quizás ahora esté perdida,
me estoy quedando agobiada de tanto pensar...

Sobre pienso mucho las cosas,
aunque de cierta forma quiero saber,
reconocer a las amistades jocosas,
con las que me puedo desenvolver.

En las amistades iniciales está la timidez,
rápidamente se puede olvidar eso,
hay que olvidarnos un poco de la sensatez
para burlarse de ello.

¡Aventuras sin igual,
recuerdos memorables,
dulces a saborear
y amistades entrañables!

Espero algún día encontrarlas,
espero encontrar a aquellos que no te dejen sola;
recuerda que amistades se cuentan algunas pocas
y no traten de chantajearlas.

Consejeros y confidentes,
amigos y amantes;
muchos te muestran los dientes
en tono amenazante.

Amistades frías y llenadoras,
justificadas e imponentes,
valedoras y regañaduras;
así de interesantes son todas las consientes.

Amistades de oro, prefiero decirles de hilo de oro,
algo fino, pero en peligro
pues pueden que te cambien por otro
o estar contigo sin haberse ido.

Pocas veces esto diré,
hay amistades que valen la pena haberlas conocido,
de su lado jamás me iré,
esto lo he vivido, no me lo han dicho.

Créditos: Princesa Beba y Doctor Suavecito
Adaptación: Doctor Suavecito

Comentarios