Semana. Lunes. Trigésimo quinto poema.

SEMANA

Lunes

De nuevo comencé,
la fiesta y parranda terminó;
los malestares son nuevos y ninguno cede
para colmo, todo esto comenzó.

De toda la rutina ¡Estoy harto!
¡Harto de seguir siempre lo mismo,
vivir sin ser alguien distinto
y seguir siendo un mojigato!

Mi único alivio es la soledad de mi hogar,
la morada fría y, repentinamente, tétrica,
siempre lo he de apreciar
puesto que refleja mi situación crítica.

En la noche apreciaré la luna,
mi confidente más fiel,
los recuerdos brotan cuando estaba en la cuna;
ahora no creo vivir sin hiel.

No quiero decir mis debilidades,
pero inician con este escrito,
y si para saber algunas de mis habilidades
siempre seré mal visto.

Créditos y adaptación: Doctor Suavecito

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