Cigarrillo. Trigésimo primer poema.

Cigarrillo

Idiotez de adolescente,
estupidez adulta,
en ambas creemos estar conscientes,
no obstante, no tenemos idea absoluta.

Querer probar
y querer experimentar,
no digo que sea fatal,
lo que digo es que nos hemos de accidentar.

Inocencia de niños,
pinta alegría sinigual;
insumos llenos de vicios
nos dan sensación espectacular.

No importaron todos los datos
fumé mi primer cigarrillo,
al mes, mis pulmones estaban en extremo daño
y tenía bastante sarrillo.

Dolor por partida de amor,
arde bastante en la adolescencia
y se siente mucho peor
cuando está lleno de inocencia.

Hemos de enamorarnos,
también de probar un poco de todo,
pero he de cuestionarlos,
¿Por qué ambas nos hacen cuestionarnos como locos?

Créditos: Doctor Suavecito

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