Sujeto.
El sujeto en cuestión había sido atropellado hace unos instantes, el responsable del choque se dio a la fuga sin darle mucha importancia al asunto, mientras que el accidentado, dificultosamente, pudo levantarse para llegar a donde ya debiera de estar.
Ensangrentado y con una fractura en la cadera, debía llegar a su casa pues debía de verlos al menos por una última vez.
Los trayectos se hacían cada vez más largos, a su percepción, las calles se alargaron demasiado. Sus respiraciones cada vez eran más dificultosas y poco a poco perdía su visión. Empezó a escuchar una voz sórdida y fría, pero no sabía de dónde venía. - No sé para qué te esfuerzas en irte, - decía la voz - sabes que no llegarás lejos, solamente quiero ver cuánto aguanta tu triste cuerpo antes de llevarte conmigo. - insistente.
Llegó a un callejón oscuro y solitario, se recargó en una pared para aguantar las heridas y la hemorragia que tenía. En un último empujón se lanzó contra la caja en donde estaban sus crías.
La gata pudo alimentar por última vez a sus mininos...
Créditos: Doctor Suavecito
Créditos imagen: Fritz
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