A través de la ventana
La primera carta de amor que escribí fue para mi mejor amigo...
No recuerdo cuándo fue, creo que a finales de abril o a principios de mayo; sin embargo, recuerdo claramente como "yo", una niña de cinco años se asomaba por la ventana de mi cuarto y te veía ahí, sonriente, jugando con quien yo creía eran tus amigos y fue así como todo empezó. Era muy chica, pero, a pesar de tener un cuerpo relativamente joven, viviría y sufriría enferma por toda mi vida, recuerdo que era una enfermedad muy rara. Los doctores, como siempre, no se ponían de acuerdo, no tenían idea alguna del padecimiento que sufría, aunque mi vida se tornaba cada vez más triste, era feliz viéndote jugar.
Pasaron meses y mi enfermedad empeoró gravemente. Cada que asomaba mi cabecita por la ventana, tú volteabas, me veías peculiarmente y sonreías tanto que se marcaban aquellos hoyuelos en tus mejillas que me gustaban. Eras más grande que yo, bastante, o eso parecía, nunca te pude preguntar, no salía de mi cuarto desde mis cuatro años y solamente veía el mundo a mi alrededor por el marco de la ventana, mi mundo eras tú.
Pasando así un par de años más, decidí escribir mi primera carta de “amor”, pero no el amor que se tienen las parejas, ¡No!, esto era algo mucho más especial, escribía esta carta como una despedida pues nunca te hablé. No me hicieron falta las palabras para saber que te amaba, eras parte de mi vida y cuando estaba muy enferma, soñaba con hablarte y preguntar tu nombre. ¿Cómo te llamarías?, Saúl, Cristian, Carlos, Emiliano, Óscar o quizá Félix, no lo sé.
Mi primera y última carta de amor fue hacia ti, mi mejor amigo, a pesar de que ignoraras mi presencia, el que me veía a través de la ventana, asomada, una niña delgada, pálida y con ojitos de panda a la cual le sonreías. Ahora quizá y nos volvamos a encontrar en la otra vida, mientras tanto disfruta esta, vívela porque yo no pude. ¡Vívela por mí a pesar de que nunca supiste mi nombre, amigo mío a quien le he dado mi cariño, a pesar de que mi carta nunca llegará a tus manos, seré feliz ahora que podre estar a tu lado, aunque ya no me puedas ver!
Créditos: Yoz Mizuki (Yoz_Mizuki (@yoz_mizuki) | Instagram)
Adaptación: Doctor Suavecito
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