Cineasta. Vigésimo quinto poema.

Cineasta

 

¿Recuerdas nuestra primera ida al cine?

Yo la recuerdo perfectamente,

¿Recuerdas nuestro primer beso indecente?

Lo tengo grabado en la mente.

 

Dime, querida, ¿Qué me hiciste?

Al conocerte, simplemente me enamoré,

nuestras alturas son diferentes e incoherentes,

pero creo que conquistaste y jamás temiste.

 

Frialdad y claridad,

repudio o serenidad,

tranquilidad y versatilidad,

cotidianidad o novedad.

 

Entiende, por favor,

mi corazón ya revienta,

no reventó de lágrimas y dolor

sino de esa sensación nueva.

 

Nos acercamos, alejé a mis amigos,

nos fuimos a un paradisiaco lugar,

te entregué mi corazoncito

y tú lo supiste amar…


Créditos: Doctor Suavecito

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