No, ya no. Veintiunavo poema.

No, ya no

 

Tengo muchos temores que me consumen,

el llorar ya se volvió una costumbre,

mi fuerza se extingue, se cae el ánimo, silencia el volumen

y al decir es como el azufre.

Para mis seres queridos no fui más que un banco,

médico, fuente de quejido, campo minado,

nunca pude decir en completo orden, yo estaba encaminado

y me dicen que soy mimado.

Ya no quiero llorar,

mis dolencias grandes, mis palabras quebradas están

no quiero el dedo enrollar,

creo que soy mi penitencia, ello claro está.

Me dicen mi actuar y pensar,

ellos son los jueces y no hay quien pueda entablar,

mi inspiración junto al dolor

mis días de depresión inician hoy.

 

El pensar tanto y buenas calificaciones

no me ayudan, más me afectan,

mas pienso, y entierro las emociones,

al ser idiota; felicitan y alegran.

Llorar no me basta,

temo si me corto,

las sonrisas fingidas, con la asta,

creo que, de este mundo, me borro.

Mi forma de hablar, pensar y escribir,

dañan menos y unen más,

que las groserías acostumbradas a mi sentir

los escritos ni una gota saldrán jamás… 


Créditos: Doctor Suavecito

Comentarios

Anónimo dijo…
¡Muy bueno! 👏👏