Maniático sin ser lunático
Tengo tres manías. Una es tu boca
color rubí; la otra es tu estilo tan incontenible e indescriptiblemente hermoso,
o por lo menos para mí y el último es aquel lunar lunero que tanto me fascina y
encanta. Sabrás que yo no sé describir mis emociones, ya conocerás ese horrible
motivo.
También sabes que me encanta el
escribir todo lo que vivo diariamente y a ti te encantan las flores azules; yo
te regalaré mis escritos envueltos en sobres color azul cielo pues así lo eres
tú para mí junto con unas flores del mismo color.
Tristemente, en mi actualidad, ya no
te llevo los mismos regalos en tu casa; te los llevo al cementerio por culpa de
aquel que nos vigilaba día y noche, deseoso de tocar todo de ti hasta saciar
sus más bajos instintos como un animal salvaje…
Tontamente te sigo buscando; sin
embargo, ya no estás…
Créditos: Doctor Suavecito.
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