Cosas del amor. Vigésimo tercero poema.

Cosas del amor.

Finalmente he de arder,
los fantasmas me atormentan,
ellos mismos me lo cuentan
y mi amor comienza a perder.

Mi alma agoniza,
mi corazón se pierde
al no poder verte,
me vuelvo ceniza.

Lo que daría por una sonrisa,
podría estar preso,
fingir que nunca pasó eso
o ahogarme en la brisa.

De tus errores he aprendido,
últimamente ya no rio,
finjo estar bien y sonrío,
aunque vuelvo y estoy totalmente perdido...

Créditos: P. M. Brandon
Adaptación: Doctor Suavecito

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