Carta del diablo. Segundo relato.


Carta del diablo.

Queridos lectores míos, sea de donde me lean aquí he de contar la verdadera historia del personaje tan icónico en que todos ustedes me han convertido durante tanto tiempo, creo que desde la edad a la que ustedes de dicen media y mataron a no sé cuántas personas por la estupidez de creerlas brujas...

Muchos me comparan con dioses como Hades o Mictlantecuhtli quienes son señores del mundo de los muertos, pero yo soy menor a ellos dos y el más poderoso es Mictlantecuhtli, además, yo no tengo un rumbo fijo y no me quedo en ningún lugar ya que me da flojera ser alguien que nunca se mueve por gobernar cierta área como ellos dos.

Si quieren saber quién es pariente mío es muy fácil, mi pariente más cercano es Pan que el dios del deseo sexual, protector de los bosques, entre otras cosas. De él desciende algunas apariencias mías como lo son las patas de cabra. Ahora que toqué el tema de mi apariencia, en realidad solo tengo una pata de cabra ya que la otra es de pollo, tengo bigotes muy delgados porque es un estilo que me gusta a mí y no por ser macabro, soy daltónico que no puede distinguir algunos colores y mi piel es una de ellas porque la veo rojiza, tengo cuernos de cabrito por una malformación creada por Dios, mis alas son simple adorno y no puedo volar con ellas, mi colita era de mono pero no sé porque tomó esa forma que tiene ahora, utilizo el tridente porque no puedo caminar bien con la pata de pollo y lo uso como un bastón además que me asimilo a Poseidón, me gusta vestir de gala con trajes y un moñito el cual no sé qué color sea pero yo lo veo rojo y no puedo creer que me representen la mayor parte estando encuerado ¿Qué les pasa? ¡DEGENERADOS!

Mi comportamiento era angelical, a tal grado que era uno de los mejores alumnos de Dios y casi casi me daba permiso para poder empezar a hacer mis creaciones hasta que fui influido por Tonatiuh, Zeus y Odín a desobedecerle a Dios ya que él no tenía el derecho universal para poder decir qué ángeles podían o no crear, sí, como lo leyeron, ¡Fui un ÁNGEL y de los mejores! Volviendo a la historia, después de poderme al tú por tú con Dios, me desterró de su reinado y me exilió a la tierra a vivir como un adefesio y creía que me iba a arrepentir de mi acción, pero fue la mejor etapa de mi vida ya que aquí empecé a crear a mis propios ángeles salvo que no eran ángeles sino demonios. Me fui haciendo de lo que quería cuando quería.

Quien me quiera visitar, no les voy a decir donde estoy, solo por donde estuve y lo que actualmente es Rusia fue mi primer hogar en una cueva que me encontré muy a mi gusto y ahí hace mucho frío, por eso la incendié para calentarla y así no morirnos de frío yo y mis demonios. Una vez una creación de Quetzalcóatl y Dios encontró mi cueva por casualidad y al vernos se apanicó, fue corriendo al reinado más cercano para que enviaran los ejércitos más poderosos y no sé cuanta cantaleta, al principio nadie le creyó hasta que el rey junto con su ejército al vernos y confirmar la historia de aquel hombre así fue como mi leyenda fue popularizándose en Europa, Asia hasta llegar a América y Oceanía. Cambié mi locación hasta África, en un agujero en la arena que estaba lleno de mucho gas, pero nos pudimos acostumbrar y de nuevo los humanos, creo que se les llama así, vinieron y explotaron mi hogar el cual hasta la fecha sigue ardiendo. Después me mudé a una isla escondida y desconocida para mí aún estando en ella más de cincuenta años, en esta isla tiene un volcán que hace erupción cada vez que tengo dolor estomacal que es muy frecuente, muchos cocoteros, bastante fauna y flora única en todo el mundo que ni el Peje ni Obama lo tienen, no todos mis demonios se quisieron quedar conmigo en esta isla y querían conocer todo el mundo así que los males que sean alcanzablemente peligrosos, tal vez sean mis hijos y solo tal vez, así que no me echen la culpa a mí, yo como Poncio Pilato me lavo las manos.

Tristemente me han denigrado bastante porque constantemente me hacer burlas con caricaturas, películas, libros y muchas cosas más que quisiera mandar a mis hijos a darles una paliza.

Algo que detesto es que siempre me convocan los locos de las sectas según a mi nombre y no sé cuanta mamarrachada más, pero yo me deslindo de eso y sí hice tratos, pero con quienes he hecho trato son muy pocos, casi nadie y de seguro con quienes hacen tratos son con mis hijos porque han traído las almas de personas a la isla y las metían en el volcán sufriendo un verdadero infierno. Algo curioso es que a todas las personas con quienes hacen o hago tratos, si no cumplen su palabra llegan a ese volcán y, como soy muy propenso a tener mis dolores estomacales, la lava junto con la inestabilidad del volcán hace parecer un lugar de cuevas y fuego eterno. De todas maneras, no me sirve su alma ¿Para qué me serviría esa mierda?

Una pregunta que me hizo mi hijo es que, si no quisiera regresar al cielo con Dios y conciliarme con él, realmente no porque él me corrió del cielo y principalmente por culpa de Zeus y Tonatiuh fue el porqué me corrieron de allá, pero sí quisiera volver a estar en ese plano divino ya que no me acuerdo como era en mi juventud…

Creo que en esta carta me quité de todo lo que sentía y no podía decir más, por el momento es todo lo que me ha pasado, sin más que decir me despido.

Atte. Satanás, satán, diablo, señor del infierno, galán empedernido o como me conozcan...


Créditos: Doctor Suavecito.

Dibujo: Mariana Alonso.

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