El misterio de
la princesa Ross
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uestra historia empieza con el nacimiento de la hija
del Rey Raúl y la Reina Karla, son reyes españoles justos y sabios. Cuando su hija nació también lo hicieron su problema pues esperaban
un niño, como era de esperarse los dos reyes estaban muy tristes
por lo sucedido, pero después de dos días los dos reyes se alegraron de la llegada de su
primogénita.
Días
después hicieron una gran fiesta para dar a conocer a la princesa Ross, donde asistió
la realeza de Portugal, Francia, Marruecos y Argelia, ese día fue perfecto para
los dos reyes ya que todos los invitados estaban fascinados por la belleza del
bebé y por su carisma.
Con el tiempo
la bebé fue creciendo, se convirtió en una princesa respetada, querida y recocida
por todos en su reino, pero nadie sabía, con excepción de sus padres, es que la
princesa tenía un don que la obligaban a ocultar.
Para
ella fue bastante difícil guardar el secreto de su don ya que ella desde
pequeña podía ver a espíritus. Todo empezó desde la muerte de sus abuelos ya
que, cuando ellos murieron ella los seguía viendo y hablando con ellos. Cuando
sus padres se enteraron se sorprendieron mucho y a la vez se asustaron, no
sabían que hacer, decidieron guardar el secreto y prohibirle determinante mente
a la princesa Ross decir algo sobre su don.
La
única persona, a parte de sus padres, que sabía sobre su habilidad era el
príncipe Mateo, puesto que era su mejor amigo desde que tenía 6 años. Su
amistad comenzó cuando Ross y sus padres fueron de visita al reino vecino en Marruecos,
ahí estaban esperando los padres de Mateo para hablar de asuntos diplomáticos, Mientras
ellos hablaban, los pequeños príncipes jugaban y platicaban acerca de sus
similitudes.
El
tiempo pasaba muy rápido. Los príncipes crecían y, junto con ellos, sus
sentimientos.
Cuando
la princesa Ross cumplió 16 años decidió preguntarles a sus padres por que no podía
hablar con nadie de su don.
-
Padres, – dudosa – ya tengo 16 años y todavía no se
la verdadera razón por la cual no puedo hablar con nadie de mi don
-
Ross cariño – dice la reina Karla – ya te he dicho
que por tu propia seguridad nadie puede saber de tu don
-
Pero mi don no tiene nada de malo – reiterando – no
es un peligro, al contrario, me ayuda y mis abuelos siempre me están
aconsejando en cómo ser una buena princesa
Al
escuchar estas palabras el rey Raúl comentó
-
¡Ross, no seas insolente! – un poco alterado – Ya
te hemos dicho que no todas las personas piensan lo mismo que nosotros, es
peligroso que se enteren. Así que ni una palabra mas sobre tu don, ve a dormir.
En ese
momento Ross se sintió bastante triste ya que no esperaba esa respuesta de
parte de su padre.
-
Está bien padre – enojada – me voy a dormir hasta mañana.
Ross se retiró corriendo a su habitación llorando. En
ese instante la reina Karla cuestionó
-
Raúl, dime ¿No crees que fuiste demasiado severo
con nuestra hija?
-
Si mi vida, – sereno – pero Ross corre mucho
peligro si alguien se llega a enterar de su don. Solo lo hago para proteger a
nuestra querida hija
-
Tarde o temprano deberemos explicarle a nuestra hija
que si alguien se llega a enterar de su don la pueden acusar de brujería y
matarla
-
Rezo porque eso nunca pase – intrigado
Los
años pasaron, específicamente cuatro años de aquella conversación ahora la
princesa Ross cumplía 20 años, el rey y la reina empezaron los preparativos
para casar a la princesa con el príncipe Emir para cuando fallecieran y su
reino pudiera tener a quien lo
gobernará.
La
princesa estaba perdidamente enamorada del príncipe Mateo, aunque a los reyes
no les caía muy bien el príncipe ya que, para ellos, Mateo no era un buen
príncipe, además, lo veían como una amenaza ya que el sabía el secreto de Ross.
Ellos querían casar a la princesa Ross con el príncipe Emir quien era próximo
rey del reino de Portugal a pesar de que ella detestaba al príncipe Emir pues
era un mujeriego y sus abuelos le habían dicho los delitos, barbaries y
lujuriosos encuentros que Emir había cometido.
Los
días pasaron y los reyes de ambos reinos hicieron un banquete para festejar la unión de ambos reinos. A Ross claramente no le gusto la decisión de
sus padres.
Y por fin la noche
del gran banquete llegó. La reina Karla fue por Ross para ir a la cena, pero
tuvieron adversidades.
-
Hija apúrate tenemos que ir a la cena con los reyes
vecinos y con tu prometido.
-
Madre, no quiero ir a dicha cena – alzando la voz –
¡Y no me quiero casar con Emir!
-
¡No me contestes así! – enojada – Tu padre y yo ya
hemos tomado una decisión, te tienes que casar con el príncipe Emir, es el
mejor pretendiente para ti.
-
Él no es el mejor pretendiente, es un mujeriego y también
mis abuelos me han dicho de todas las salvajadas que ha cometido. Yo me quiero casar
con el príncipe Mateo, él si me entiende y no es un salvaje
-
No empieces hija, debes acatar nuestras órdenes, no
me importa lo que te allá dicho tus abuelos y sabes que tienes prohibido hablar
de ese tema
En ese
momento la reina salió de la habitación y no dejo hablar a la princesa Ross. Aunque
a Ross no quería ir, tuvo que asistir a dicha cena. Al llegar los estaban
esperando los reyes de Portugal y el príncipe Emir y, como de costumbre, estaba
rodeado de chicas, ni siquiera esa noche se pudo comportar. Los reyes de ambos
reinos se saludaron he inicio la cena, la princesa Ross estaba sumamente
incomoda ya que en príncipe Emir no la dejaba en paz y en todo momento se le insinuaba.
Ross se alejaba de el cada que se le acercaba hubo un momento donde Ross ya no
soportaba a Emir, fingió sentirse mal y se escapó de la cena, fue a ver al
príncipe Mateo que estaba de visita en Portugal.
Emir se
dio cuenta que Ross se estaba escapando de la cena y decidió seguirla para ver
a donde se dirigía.
Para
esto Mateo ya sabía sobre el compromiso de Ross y Emir, algo que no le gustaba la idea, ya que él estaba
enamorado de Ross, pero aunque estuviera enamorado de ella no podía ir en
contra de la voluntad de los padres de Ross ya que significaría acabar con la
alianza entre ambos reinos
Al
llegar a donde se estaba hospedando el Príncipe Mateo le dijo: Mateo vine a
visitarte
Mateo
estaba escribiendo una carta para el abuelo de Emir, al escuchar la voz de su
amada se sorprendió ya que sabía que debía estar en la cena celebrando su
compromiso, le dijo: estás loca si tus padres se enteran nos van a matar
-tranquilo
no pasa nada, fingí que me sentía mal y me escape de la cena no creo que nadie
se de cuenta
-ay
niña estás loca jaja
-ya no
soy una niña y tampoco estoy loca, yo me quiero casar contigo y no con el
salvaje de Emir
-sabes
que ir en contra de nuestros padres es peligroso, aunque yo también me quiero
casar contigo
-entonces
escapemos no soportaría vivir sin ti, aparte mis abuelos me dijeron que si me
caso con Emir mi vida será miserable
-ten
cuidado con hablar de ese tema con tanta ligereza es muy peligroso que alguien
se llegue a enterar que escuchas y vez a tus abuelos y demás gente muerta.
-está
bien
-escapemos
mañana en la madrugada, a donde nadie nos encuentre. Te amo Ross
-yo te
amo más que a mi vida, ya me tengo que ir nos vemos mañana en la madrugada en
frente de la iglesia, para irnos y escapar de este infierno
-si mi
amor, ve con cuidado
Al escuchar
toda esta conversación entre Mateo y Ross, Emir se sentía destrozado y
humillado ya que si esto llegara a pasar el no iba a poder ser rey del reino de
España. Y no podría ganar mas impunidad y poder que el deseaba.
Así que
decidió ir la mañana del día siguiente con un grupo de rebeldes del reino, les
pago una gran suma de oro para esparcir rumores por todo en reino para que
digieran que la princesa Ross es una bruja y que el príncipe Mateo encubría a
la bruja. De inmediato el grupo de rebeldes esparcieron el rumor y la gente
cegados por la ignorancia, se dirigieron al palacio donde se encontraba la
princesa Ross. Emir se encargó de que los padres de Ross estuvieran fuera del
palacio.
Ross al
escuchar gritos salió de su habitación y se encontró con Emir.
-¿Emir
que está pasando porque hay tantos gritos?
-por no
quererte casar conmigo sentenciaste a Mateo y a ti a morir, ahora todo mundo
sabe tu secreto
-¡eres
un desgraciado, te detesto!
-todo
hubiera sido más fácil si te hubieras casado conmigo
El ese momento la golpeo dejándola
inconsciente, entro la gente y la quemaron viva. Emir se adelantó a darle la
noticia al príncipe Mateo que su amada había sido quemada viva y de paso
matarlo, el mismo por haber arruinado su plan.
-¡Mateo
en donde te encuentras!
- ¿qué
quieres Emir?, no eres bienvenido en mi palacio
-solo vengo a darte una noticia
-¿qué
noticia?, habla rápido y lárgate
-tu
amada princesa Ross esta muerta, la quemaron viva y solo faltas tu
-¡eres
un desgraciado! ¿Por qué lo hiciste?
-por
qué me robaste la oportunidad de casarme con Ross y cumplir mi plan
Después
de pronunciar estas palabras el príncipe Emir apuñalo al príncipe Mateo y le
corto la garganta. Después de estos trágicos sucesos el príncipe Emir se
aprovechó de lo sucedido y del dolor de los padres del príncipe Mateo y de la
princesa Ross, los convenció que lo sucedido fue culpa de los rebeldes de su
reino y que él se iba encargar que pagaran por lo que habían hecho. Tal y como
lo dijo mando a los guardias a matar a los rebeldes, para que así nadie se
enterada que él fue en causante de lo sucedido.
Pero lo que él no sabía es que Mateo antes que lo mataran le envió una carta al abuelo de Emir explicándole todos los delitos que había cometido, ya que era la única forma que dejara a él y a Ross vivir tranquilos, pero desgraciadamente eso no se pudo cumplir. El abuelo de Emir mando a sus guardias a matarlo por los delitos cometidos, rompió todas las leyes establecidas en su reino y deshonraban a su familia y a su reino.
Créditos y dibujo: Princesa beba
Adaptación : Doctor Suavecito
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