Fumada. Primer poema.

Fumada

Recuerdo tu dulce fragancia,

igual que el vino dulce,

recuerdo tu boca, con caricia

con ese sabor, guste.

Ese olor particular

a perfumes parisinos y tabaco,

también tu singularidad,

tu forma como el arte barroco,

tu versatilidad,

las voces al canto, algo ronco

o esa forma de amar…

 

Al fumar con la pipa

no sé qué me hiciste,

moviste mi vida

y me conociste…

 

Mis recuerdos dañados,

casi olvidados

esas personas aledaños

será la crítica de sicarios,

y no me encontraras en muchos años.

 

Ahora que doy mi última fumada,

apago el cigarro en la mano

la ceniza me quemaba,

pero no tanto para tu grado.

Por amor fume,

también por ansiedad fui,

por olvidar tome,

pero también viví.

 

Mañana en mi cama

pienso con tu recuerdo

al igual que una cava;

en la noche no duermo

solo quiero tener tu olor, aunque me daña

con tu sensación enfermo

ya me alejé, pero se extraña…

Créditos: Doctor Suavecito

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